ETS enfermedad de transmisión sexual

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) o infección de transmisión sexual (ITS) son infecciones causadas por microorganismos que se transmiten de una persona a otra, principalmente durante el contacto sexual.

Las ETS pueden afectar a hombres y mujeres de todas las edades y estratos sociales. Algunas ETS son más comunes en ciertos grupos de edad, pero cualquier persona sexualmente activa puede correr el riesgo de desarrollar una ETS.

Las ETS pueden causar serios problemas de salud, incluida la infertilidad e incluso la muerte.

¿Cuáles son los síntomas de una ETS?

Los síntomas de una ETS pueden variar según la infección. Sin embargo, hay algunos signos y síntomas comunes que incluyen fiebre, sarpullido, lesiones de la piel (úlceras, llagas o verrugas), dolor o ardor al orinar, sangrado al orinar, dolor durante las relaciones sexuales, entre otros. Ganglios linfáticos inflamados y secreción del pene o la vagina. Si experimenta alguno de estos síntomas, consulte a un médico de inmediato.

Hay casos de ETS que no presentan síntomas de forma temprana y pueden tardar años en manifestarse e incluso no presentar síntomas como en el caso de la gonorrea y de la clamidia. En estos casos es posible que las personas no sepan que están infectadas.

Tipos de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS)

Hay más de 20 tipos diferentes de ETS, las más importantes y reconocidas son:

1.- VIH: Infección vírica que daña las células del sistema inmunitario encargadas de protegernos contra las infecciones.

El VIH se puede propagar a través del contacto sexual, transfusiones de sangre, compartir agujas o de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. Los síntomas del VIH pueden incluir fiebre, cansancio, glándulas inflamadas, sarpullido y diarrea. Es posible que las personas con VIH no experimenten ningún síntoma durante años.

El diagnóstico y el tratamiento tempranos del VIH son importantes para prevenir problemas de salud graves. Un tratamiento en las primeras etapas de la enfermedad puede evitar complicaciones y el desarrollo del SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

2.- Sífilis: La sífilis es una infección bacteriana causada por la bacteria Treponema pallidum y puede transmitirse de una persona a otra a través del contacto sexual.

Se caracteriza por llagas en la boca y los genitales, así como otros síntomas que incluyen sarpullido, fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos.La sífilis se puede tratar con antibióticos, pero si no se trata, puede causar problemas de salud graves, como daño al corazón, el cerebro y otros órganos. Si se detecta de forma temprana se puede aplicar tratamientos eficaces que ayuden a mitigar los síntomas y el avance de la enfermedad.

3.- Herpes simple: Infección vírica causada por los virus Herpes simple tipo 1 “VHS-1” y herpes simple tipo 2 “VHS-2”, se caracteriza por la presencia de herpes en la zona labial y genital. Cualquiera de los dos virus puede causar llagas en cualquier lugar.

4.- Virus del papiloma humano (VPH): Infección vírica causada por diferentes virus relacionados entre sí. Pueden causar verrugas en diferentes partes del cuerpo. Suelen ser indoloras, pero pueden causar picazón o molestias.El VPH es la enfermedad de transmisión sexual (ETS) más común y la mayoría de las personas que la contraen ni siquiera saben que la tienen. Hay muchos tipos diferentes de VPH y algunos pueden causar problemas de salud graves, como el cáncer.

5.- Clamidia: La clamidia es una infección bacteriana causada por Chlamydia trachomatis. Generalmente es asintomática, pero puede causar enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) en mujeres y epididimitis en hombres. La clamidia también puede provocar infertilidad tanto en hombres como en mujeres.

6.- Gonorrea: La gonorrea es una infección bacteriana causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Es una de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) más comunes en el mundo. La gonorrea puede causar infecciones en los genitales, el recto y la garganta. También puede conducir a problemas de salud graves, como infertilidad y dolor crónico.

Prevención y diagnóstico de las ETS

Hay muchas maneras de prevenir contraer una ETS, entre las principales medidas están: usar preservativo durante las relaciones sexuales, vacunarse y/o realizar revisiones periódicas con tu médico de cabecera.

Es importante ser consciente de los riesgos asociados con ciertas actividades y tomar precauciones cuando sea necesario. Si cree que puede haber estado expuesto a una ETS, busque atención médica de inmediato.

En cuanto a las pruebas para diagnosticar las ETS suelen ser rápidas, sencillas y generalmente no suelen provocar ningún tipo de molestias. Recibir tratamiento temprano puede ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad y reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo.

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